Que la utilización de la inteligencia artificial en el trabajo cotidiano de los cuerpos de seguridad sea una situación absolutamente normalizada podría resultar sorprendente hace unos años, pero hoy en día, el binomio ser humano-tecnología es una realidad muy integrada en las metodologías de trabajo del sector, siendo la lectura de matrículas un activo de valor más en la lucha contra el crimen.